miércoles, 21 de marzo de 2018

EL BAUTISMO EN EL ESPIRITU SANTO


INTRODUCCION.

El bautismo en el Espíritu Santo es la investidura de poder que Cristo otorga a los creyentes para un testimonio eficaz.

Hech. 1:8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

El bautismo del Espíritu Santo fue ofrecido inicialmente por Juan el Bautista
Mat. 3:11 Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.

Y, posteriormente, prometido por el Señor Jesús
Lc. 24:49 He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.

Cuando la promesa del bautismo en el Espíritu Santo, se manifestó a la Iglesia lo hizo como una experiencia diferente y subsecuente a la salvación.

Los apóstoles fueron sellados con el Espíritu.
Jn. 20:22 Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.

Pero, fue hasta cincuenta días después que fueron bautizados en el Espíritu Santo.
Hech. 2: 1-4 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos.        Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.

Cuando Felipe predicó en Samaria hubo muchas conversiones y bautismos en agua; pero, fue hasta días después, cuando llegaron los apóstoles, que recibieron el bautismo del Espíritu Santo.

Hech. 8: 14-17 Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan; los cuales, habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo; porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús. Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo.

Saulo se convirtió a Cristo con lo cual, quedó sellado con el Espíritu; pero, fue hasta tres días después que recibió la investidura de poder.

Hech. 9:17 Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo.

La señal externa de haber sido bautizado en el Espíritu Santo es el hablar en otras lenguas
Hech. 10:44-46 Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso. Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo. Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios.

Hech. 2: 4-11 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.
Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo. Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua. Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan? ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido? Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia y Panfilia, en Egipto y en las regiones de África más allá de Cirene, y romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos, cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios.

Puesto que recibir el bautismo en el Espíritu Santo implica ser lleno del poder de Dios, la persona que recibe tal experiencia vive una transformación en su carácter. Igual que Pedro que de discípulo cobarde que negaba a su maestro, se convirtió en ardiente apóstol proclamador del mensaje de la resurrección de Cristo. A la vez, el testimonio ofrecido por quien ha sido lleno del Espíritu es impactante y eficaz, pues, de por medio va el poder del Espíritu de Dios.

viernes, 2 de octubre de 2015

DOCTRINA: LA TRINIDAD DE DIOS.

INTRODUCCION.

Existe un único Dios verdadero que subsiste en tres personas distintas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.  Estas tres personas participan de la misma sustancia y poseen los mismos atributos, lo que da por resultado que vienen a ser iguales en poder y gloria. Tres personalidades que no deben confundirse ni mezclarse; pero, una sola sustancia que no debe dividirse.
        Las verdades básicas en las que se apoya la doctrina de la trinidad son las siguientes:
 
        Hay un sólo Dios.  
       
        La doctrina de la Trinidad se fundamenta sobre la verdad de que únicamente hay un sólo Dios verdadero.  Rechaza todo triteísmo y toda aquella idea que sea contraria al monoteísmo bíblico.
Deuteronomio 4:35  A ti te fue mostrado para que supieses que Jehová es Dios, y no hay otro fuera de él.
Deuteronomio 6:4  Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.
Deuteronomio 32:39  Ved ahora que yo, yo soy,  y no hay dioses conmigo; yo hago morir, y yo hago vivir; yo hiero, y yo sano;  Y no hay quien pueda librar de mi mano.
2 Samuel 22:32 Porque quien es Dios, Sino solo Jehová? Y que roca hay fuera de nuestro Dios?
Salmo 86:10  Porque tú eres grande, y hacedor de maravillas;  Sólo tú eres Dios.
Marcos 12:32  Entonces el escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios, y no hay otro fuera de él.
Romanos 3:30   Porque Dios es uno, y él justificará por la fé a los de la circuncisión, y por medio de la fé a los de la incircuncisión.
1 Timoteo 2:5  Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.
 
        El único Dios verdadero posee una pluralidad de personas.   
       
        Dios es singular en cuanto a su sustancia; pero, plural en cuanto a sus personalidades. Esta pluralidad de personas se demuestra por el uso de nombres, pronombres y verbos en plural que se le asignan al único Dios verdadero. 
 
Génesis 1:26  Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.
Génesis 3: 22  Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre.
Génesis 11:6-7  Y dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos estos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer.  Ahora, pues, descendamos y confundamos allí su lengua para que ninguno entienda el habla de su compañero.
Isaías 6:8  Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?   Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí.
 
        Las tres personas divinas aparecen de manera simultánea y diferenciada en diversos pasajes de las Escrituras:
 
Daniel 7:9  Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y se sentó un Anciano de días cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como la lana limpia; su trono llama de fuego, y las ruedas del mismo, fuego ardiente.
Daniel 7: 13-14  Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él.  Y le fué dado dominio, gloria, y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido.
Mateo 3: 16-17  Y Jesús, después que fué bautizado, subió luego del agua; y he aquí  los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él.  Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.
Mateo 17:5  Mientras él, aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quién tengo complacencia, a él oíd.
Mateo 28:19  Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Hechos 7:55-56  Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios.  Y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios.
Apocalípsis 4:5  Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios.
Apocalipsis 5:1  Y vi. en la mano derecha del que estaba sentado en el trono un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos.
Apocalipsis 5: 6-7  Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pié un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos,  los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra.  Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono.
 
        Cada una de las tres personas posee la sustancia divina.
El Padre es Dios.
2 Reyes. 19:15   Y oró Ezequías delante de Jehová diciendo: Jehová Dios de Israel, que moras entre los querubines, sólo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra; tú hiciste el cielo y la tierra.
Isaías 44: 6  Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios.
1 Corintios 8:6  Para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor,  Jesucristo, por medio del cual  son todas las cosas, y nosotros por medio de él.
 
El Hijo es Dios.
Romanos 9:5  De quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne,  vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos, amén.
Hebreos 1:8  Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo;  Cetro de equidad es el cetro de tu reino.
1 Juan 5:20   Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo.  Este es el verdadero Dios, y la vida eterna
 
El Espíritu Santo es Dios.
Hechos 5: 3-4  Y dijo Pedro: Ananías, ¿porqué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?  Reteniéndola,  ¿no se te quedaba a tí?  Y vendida, ¿no estaba en tu poder?  ¿Por qué pusiste esto en tu corazón?  No has mentido a los hombres, sino a Dios.
2 Corintios 3:17  Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu  del Señor, allí hay libertad.
 
        Cada una de las tres personas tiene como su naturaleza propia la completa naturaleza divina.  Esta naturaleza no se divide y las personas de la trinidad participan de ella en una plenitud de calidad, no de cantidad. 
        Cada persona es con las otras necesaria y eternamente una sustancia, de manera que no hay tres dioses sino un sólo Dios verdadero que subsiste en las personas del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
 
        Las tres personas son distintas entre sí.   
        Las Escrituras abundan en testimonios que demuestran que aunque las tres personas poseen la misma naturaleza divina; no obstante, sus personalidades están marcadas con ciertas actividades  que no son intercambiables sino exclusivas y que las presentan como distintas entre sí; por ejemplo: El Padre manda al Hijo a redimir a su pueblo, nunca sucede lo contrario. El Hijo redime a su Iglesia  y envía al Espíritu a santificar, nunca se dice que el Espíritu haya sido crucificado o que el Espíritu envíe al Hijo a  santificar.
Mateo 26:39  Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.
Mateo 20:23  El les dijo: A la verdad, de mi  vaso beberéis, y con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados; pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos para quienes esta preparado por mi Padre.
Mateo 27:46  Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿porqué me has desamparado?
Marcos 13:32  Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aún los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre.
Lucas 2:49  Entonces él les dijo: ¿por qué me buscabais?  ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?
Lucas 12:10  A todo aquel que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que blasfemare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado.
Lucas 23:46  entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró.
Juan 1:18  a Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.
Juan 5:31-32 y 37  Si yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio no es verdadero.  Otro es el que da testimonio acerca de mí, y sé que el testimonio que da de mí es verdadero.  También el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Nunca habéis oído su voz, ni habéis visto su aspecto.
Juan 7: 37-39 En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.  - El que cree en mi, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.  - Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.
Juan 8:16-18  Si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy yo solo, sino yo y el que me envió, el Padre.   - Y en vuestra ley esta escrito que el testimonio de dos hombres es verdadero.   - Yo soy el que doy testimonio de mí mismo, y el Padre que me envió da testimonio de mí.
Juan 16:28 Salí del Padre, y he venido al mundo; otra vez dejo el mundo y voy al Padre.
Juan 20:17  Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre;  mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.
Hechos 10:38  Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes  y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.
1 Corintios 15:24 y 27-28  Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y toda potencia- Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y cuando  dice que todas las cosas han sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel que sujetó a  todas las cosas.  Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.
Gálatas 3:20  Y el mediador no lo es de uno solo;  pero Dios es uno.
Colosenses 3:1  Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde esta Cristo sentado a la diestra de Dios.
        La trinidad de Dios es un fenómeno esencialmente único y, por consiguiente, está muy por encima  de la posibilidad de una completa comparación o ilustración.  Los diferentes ejemplos que se utilizan para aclarar el concepto de Trinidad no podrán dar sino solamente una idea para su comprensión.  Por ello,  no debe insistirse excesivamente en el afán
Imposible de querer comparar la Trinidad  con cualquier otro fenómeno  material.

viernes, 13 de febrero de 2015

DOCTRINA: LA JUSTIFICACION.

La justificación es el acto judicial ó legal por el que Dios declara inocente a una persona, librándola de toda acusación que podría presentarse contra ella.
        Siendo que los hombre han pecado, Dios no podría  declarar a nadie justo sin romper su ley.
Éxodo 23:7  De palabra de mentira te alejarás, y no matarás al inocente y justo; porque yo no justificaré al impío.
 
        Dios no puede hacer ningún compromiso con el pecado;  por tanto, él preparó una base eficaz sobre la que pudiera declarar justo al pecador sin lesionar su rectitud.
        Esta base Dios la estableció cuando entregó a su Hijo para que soportara la condena que merecía el pecador.
Romanos 8: 3   Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne;
        De manera que Dios sigue siendo perfectamente justo al recibir como justificados a los que se acercan a él por medio de Jesucristo.
2ª Corintios 5:21   Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
 
Medios.
        La sangre de Cristo es el único medio de declarar justo a un pecador; pues, sólo Cristo,   ofreció la propiciación adecuada para satisfacer a Dios a la vez que fue  el sustituto del creyente en el juicio.
Romanos 3: 24- 25    Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,  a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,
 
        La seguridad de la justificación,reside en el hecho de que el mismo Dios que nos había sentenciado como pecadores, ahora,  en su Hijo, nos declara totalmente libres.  Nadie puede condenarnos, nuestra justificación es completa y definitiva.
 
Romanos 8: 33   ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.
 
        La justificación se recibe por medio de la fe.  Únicamente los que creen pueden  ser justificados.
Romanos  5: 1  Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;
        La fe consiste en creerle a Dios que Cristo hizo todo lo necesario para satisfacer las demandas de la justicia divina y presentarnos ante él sin mancha.
Romanos 8:1  Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
        Los que han sido justificados, no sólo han sido justificados de sus pecados pasados,  sino también de los presentes y futuros.  Son las personas las que han sido declaradas justas no una temporada de su vida.
Hebreos 10:14   porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.
 
La justificación es un privilegio que Dios otorga en el presente.
Juan 5:24   De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.
1ª Juan 5:13  Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios.
        Las afirmaciones de Pablo de que el hombre es justificado por la fe sin las obras de la ley, no se contradicen con las de Santiagocuando dice que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe.
Romanos 3:28 Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley.
Santiago 2:24 Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe.
Las afirmaciones son complementarias, pues mientras Pablo habla de cómo somos justificados ante Dios,  Santiago habla de cómo somos justificados ante los hombres.  Lo primero se obtiene por la fe en la obra de Cristo, lo segundo por las obras de la fe, es decir, por nuestra conducta,  que es consecuencia de nuestra fe.  No es suficiente afirmar que somos justificados, también hace falta que nuestros actos demuestren a los ojos de los hombres  que realmente tenemos la vida de Dios.

DOCTRINA: EL ARREPENTIMIENTO

En las Escrituras el arrepentimiento es presentado  como un paso necesario para entrar en el reino de Dios.
Mateo 3:8 Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento,
Lucas 5:32  No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.
Hechos 5:31  A éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados.
Hechos 11: 18   Entonces, oídas estas cosas, callaron, y glorificaron a Dios, diciendo: ¡De manera que también a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida!
Hechos 26: 20   Sino que anuncié primeramente a los que están en Damasco, y Jerusalén, y por toda la tierra de Judea, y a los gentiles, que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento.
Romanos  2: 4   ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento?
 
        La idea que transmite el arrepentimiento es la necesidad de una conversión a Dios que incluye un cambio en la manera de pensar, de sentir y de actuar.
 
En cuanto al cambio en la manera de Pensar,
        El arrepentimiento implica una transformación en las apreciaciones que se han tenido acerca de Dios, del pecado y de sí mismo. En el caso de la parábola del hijo pródigo el regreso a casa estuvo marcado, inicialmente, por un cambio en la manera de pensar.
Lucas 15: 17- 19  Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!  Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.    Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.
 
En cuanto al cambio en la manera de sentir,
        La Biblia enseña que cuando se produce un verdadero arrepentimiento acontece una conmoción emocional en la persona. Nadie puede arrepentirse  y seguir siendo tan friós como una piedra.
Mateo 26: 75   Entonces Pedro se acordó de las palabras de Jesús, que le había dicho: Antes que cante el gallo, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloró amargamente.
2ª Corintios 7: 9-10  Ahora me gozo, no porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento; porque habéis sido contristados según Dios, para que ninguna pérdida padecieseis por nuestra parte.   Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte.
 
En cuanto al cambio en la manera de actuar,
        El arrepentimiento es la frontera entre una vida  disipada y una vida consagrada a Dios que da frutos dignos de arrepentimiento. 
        Las Escrituras hacen gran énfasis en la verdad de que el verdadero arrepentimiento debe mostrarse por los hechos.
Mateo 3:7-8  Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: ¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera?   Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento,
Mateo 7: 21-23   No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.   Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?    Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.
Mateo 21: 28-32   Pero ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y acercándose al primero, le dijo: Hijo, ve hoy a trabajar en mi viña.  Respondiendo él, dijo: No quiero; pero después, arrepentido, fue.  Y acercándose al otro, le dijo de la misma manera; y respondiendo él, dijo: Sí, señor, voy. Y no fue.  ¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre? Dijeron ellos: El primero. Jesús les dijo: De cierto os digo, que los publícanos y las rameras van delante de vosotros al reino de Dios.  Porque vino a vosotros Juan en camino de justicia, y no le creísteis; pero los publícanos y las rameras le creyeron; y vosotros, viendo esto, no os arrepentisteis después para creerle.
Lucas 6: 43-45   No es buen árbol el que da malos frutos, ni árbol malo el que da buen fruto.   Porque cada árbol se conoce por su fruto; pues no se cosechan higos de los espinos, ni de las zarzas se vendimian uvas.     El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.
Apocalipsis 2: 5   Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido.
 
Para que se produzca un arrepentimiento legítimo, deben presentarse los cambios en los tres aspectos señalados de manera simultánea.

1)- Un cambio en la manera de pensar.
2)- Un cambio en la menra de sentir.
3)- Un cambio en la manera de actuar.

Si no han acontecido estos cambios en la vida del creyente no se a logrado nada en la vida de tal persona. por ejemplo:
       
        1)- Si hay un cambio en las acciones, pero no en el pensamientoni en el sentir tan sólo se ha producido una reforma religiosa, no una conversion al Dios verdadero. 
       
        2)- Si hay un cambio en los sentimientos, pero no en la actuación ni en la forma de pensar,  sólo se ha producido un remordimiento. 
        
        3)- Si hay un cambio en el pensamiento, pero no en el actuar o en el sentir solamente se ha producido una persuasión intelectual.

 ¿Que es el arrepentimiento?
 El arrepentimiento es un don de gracia que Dios concede de acuerdo a su libre voluntad.
 
Hechos 5:31  A éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados.
Hechos 11:18   Entonces, oídas estas cosas, callaron, y glorificaron a Dios, diciendo: ¡De manera que también a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida!
Romanos 2:4  ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento?
2ª Timoteo 2: 25   Que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad,
 
Pero,  además, el arrepentimiento es una responsabilidad que Dios demanda de todo ser humano.
 
Hechos 17:30    Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan;
 
De manera que si alguna persona no se arrepiente resulta culpable de rebeldía ante Dios y reo de condenación;  pero, si por el contrario, se arrepiente, debe alabar a Dios quien es el único que puede conceder la gracia de experimentar el arrepentimiento para vida.

DOCTRINA: LA SEGURIDAD ETERNA DE LA SALVACION

Aquellos que han sido elegidos por Dios, sustituidos en la muerte por Cristo y llamados eficazmente por el Espíritu Santo han alcanzado una posición en Cristo y un estado de gracia que no depende de circunstancias o condiciones humanas y que, por lo tanto, es eternamente inalterable.
 
Hebreos 10:14  Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.
 
La elección que Dios hace de su pueblo los predestina para alcanzar salvación; siendo que éste es un decreto divino  que no puede ser alterado  aquellos que han sido predestinados alcanzarán infaliblemente  aquello para lo que fueron destinados.
 
Romanos 8: 29- 30   Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.   Y a los que predestinó, a éstos también llamó;  y a los que llamó,  a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó.
 
La sustitución que  Cristo  logró en la cruz es una sustitución real  y no supuesta, por lo tanto los que han sido sustituidos no pueden más morir  haciendo inválido el sacrificio del Señor.  Sus culpas y pecados pasados, presentes y futuros han sido cancelados por la muerte del Redentor y poseen vida para la eternidad.
 
Juan 5: 24  De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.
Juan 6: 39 Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero.
Juan 10: 28-29  Y   yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.  Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.
 
Romanos 11:29  Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios.
Efesios 1:13-14  En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,   que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.
  Pedro 1: 4-5  para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.
 
Los resultados que el pecado produce en un incrédulo y en un creyente son completamente diferentes.  Mientras que en el incrédulo producen muerte y condenación, en el creyente producen  rompimiento de la comunión con Dios y, si se persevera en pecado, castigo temporal.

1ª Corintios 11:32  Más siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo.
 
        Pero, a causa de la elección de Dios que es producto de su libre voluntad, de la eficacia de los méritos e intercesión de Cristo y de la morada del Espíritu Santo,  el creyente no puede perder su posición en el Amado aunque por causa de sus pecados incurra en el desagrado de Dios, contriste al Espíritu Santo y acarree disciplina para sí mismo.  No obstante, la simiente de Dios que está el él y la naturaleza del pacto de gracia volverán a despertar en él el dolor por el pecado, el arrepentimiento sincero y la confesión para su perdón y restauración.
1ª Juan 1:9  Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
 
        La doctrina de la seguridad eterna de la salvación en ninguna manera vuelve a los creyentes libertinos y disolutos, puesto que el que ha nacido de Dios posee una naturaleza que aspira por la santidad de Dios y por la comunión con él más que por los placeres engañosos del pecado. 
        Aquellos que escudándose en la doctrina de la seguridad eterna se lanzan a una vida mundana y rebelde demuestran por su misma conducta que jamás nacieron de nuevo y que por lo tanto no fueron elegidos de Dios.
        A causa de que en el creyente aún permanece la naturaleza pecaminosa heredada de Adán  y de que sigue siendo blanco de las tentaciones del mundo  y de Satanás, debe ser muy cuidadoso en poner en práctica los medios necesarios para perseverar en la comunión con Dios y ser librado de pecados graves.