viernes, 29 de marzo de 2013

LOS TRES ENEMIGOS MAS COMUNES DEL CRISTIANO #2

INTRODUCCION:

En la ultima oportunidad dijimos ya que el mundo es uno de los tres enemigos más comunes del cristiano; y nos quedamos en el enemigo #2 la carne esta es el segundo enemigo; de los tres enemigos mas comunes del creyente y, hoy retomamos el estudio desde el punto de vista de la carne como este segundo enemigo feroz del creyente.
Ya dijimos que la carne combate, que se opone, se niega, no se presta para que el creyente busque al Señor.
Y decíamos que por causa de la naturaleza Adámica que es una naturaleza caída o sea pecaminosa; todos los hombres nacemos en pecado y que por esa razón nuestra misma carne produce obras no agradables al Señor. Decíamos que Pablo describe en Ga. 5: 19-21 que << Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20 idolatría, e chicherías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas ; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. >>
Ahora siendo que el hombre tiene como una parte integral está naturaleza mala en él. Ésta no puede ser removida hasta que el cuerpo mismo en el que funciona sea también redimido, o hasta que la separación entre el cuerpo y los elementos inmateriales de alma y espíritu sea efectuada por la muerte.
La naturaleza Adámica es el factor dominante en todo lo que entra en la carne y, por cuanto el creyente sigue siendo no sólo espíritu y alma sino que también cuerpo; es que aún después de que este sea perdonado y salvado por la sangre de Jesucristo; es que aún así la carne viene a ser uno de los tres grandes enemigos de la vida espiritual.
El cristiano se convierte en un ser complejo, poseyendo dos naturalezas, con una complejidad de vida, porque, a menos que la naturaleza pecaminosa sea controlada por un poder superior a la capacidad humana, se hará sentir procurando deshonrar a Dios. No está dentro de la voluntad humana aún cuando ésta sea fortificada con las mejores resoluciones, el controlar la naturaleza adámica.
El conflicto debe transferirse al Espíritu Santo con fidelidad constante. Y para obtener la victoria el creyente debe mantener una actitud de fe objetó de poder ser salvo del poder reinante del pecado, del mismo modo en que fue salvo de la culpa y la pena del pecado por un acto de fe. Pero al creyente le debe estar muy claro que en cada aspecto de la situación siempre debe vivir única y exclusivamente por fe.
La vida que debe vivir uno que es justificado, por razón de sus enemigos superiores y su propia impotencia, lo cual sería imposible aparte de la capacitación divina realizada en respuesta a la fe. Es vivir en la seguridad de la salvación, porque la salvación y la santificación son obra de Dios. Y la determinación humana no puede ayudar. Porque el que no es regenerado posee una naturaleza totalmente caída. Y el mal entendido es en relación al cristiano.
La enseñanza bíblica es clara y también hay algunos cristianos que han caído en el error asumiendo que ellos ya no pueden pecar. Y no es que no puedan, que si pueden; pero, no deben, y si alguno por cuanto vive todavía en un cuerpo de carne, y se descuida y deja de vivir en el Espíritu llega a pecar dice el apóstol Juan en:
1Jn. 2:1 << Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. >>
1Jn. 1:10 << Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros. >>
Este asunto se debe discutir bajo dos puntos de vista, tanto como por el experimental como por el bíblico. Experimentalmente los más santos entre los hijos de Dios han sido conscientes de la presencia y el poder de una naturaleza caída. A esto se le llama comúnmente la conciencia normal del creyente de voto. Tal conciencia no es una evidencia de falta de madurez; más bien es una evidencia de verdadera humildad y de una clara visión de su propio corazón. Esto no implica una falta de comunión con Dios ocasionada por contristar al Espíritu Santo a causa del pecado. Porque ¿Quien puede detestar más el pecado que aquel que está consciente de su presencia y poder dañino que este hace a su vida?
¿Y quien está en mayor peligro de su ruina en la vida espiritual, que aquel que se ha convertido en una presa de éste?
La prevención de que un creyente verdadero ya no tiene la disposición al pecado se debe basar en una terrible falta de conocimiento de este. Porque el verdadero carácter del pecado es la destrucción de aquel individuo con quien él tiene tal contacto. Si uno puede modificar el carácter del pecado en su propia mente, y por el mismo proceso puede elevarse a sí mismo de la conciencia de pecado. Tanto que la verdad de la verdadera naturaleza espiritual no puede prevalecer cuando se basa en la experiencia humana; si no que debe basarse en la revelación. El pecado no es lo que alguna persona extraviada pretende que sea; sino que es lo que Dios ha revelado en su palabra ser.

¿Qué es el pecado según la Biblia?
Un estudio profundo de la palabra de Dios declara que el pecado ha sido bien definido como:
(cualquier violación a la voluntad revelada de Dios)

El creyente puede preguntarse: ¿He hecho yo todo lo posible por hacer la voluntad de Dios con motivos puros? Porque Dios le ha provisto al cristiano una victoria completa; pero los cristianos muy a menudo hemos fallado en nuestra relación con Dios. Si estos cristianos verdaderamente poseen el conocimiento de Dios y relación con su hijo y el Espíritu Santo, estos son conscientes con frecuencia que no son limpios de pecado a los ojos de Dios.
En el antiguo testamento el testimonio de los hijos de Dios en todas las generaciones fue sus mismas conciencias de ellos concientisandoles la pecaminocidad y ofensa contra Dios: David, Sal. 51, 2Sam. 12:13, Job. 42:6, Is. 6:5
Pero ahora en Rom. 7:15 y 8:4 encontramos los pasajes principales sobre esa verdad, de que el creyente posee dos naturalezas y que una de ellas, la naturaleza pecaminosa no puede ser gobernada ni aún por el poder de la voluntad de una persona regenerada.
La naturaleza original caída, que está inclinada al mal y que comúnmente se le llama la vieja naturaleza; y la que en la misma persona responde a su ente salvado que es la que comúnmente se le llama la nueva naturaleza esta se contempla por el Espíritu Santo que en él mora.
La cuestión vital es, si el cristiano en si mismo y por ser salvo meramente, tiene el poder para controlar victoriosamente su naturaleza pecaminosa, esto sería imposible concebir tal ilusión. Porque en este conflicto el que es salvo posee una nueva naturaleza, este ahora siendo salvo, tiene ideales diferentes, santos y elevados, y todavía, por su incapacidad de realizarlos, llega a ser un "miserable hombre"
En esta clase de lucha está el conflicto descrito en Ga. 5:16-17 que dice: << Digo pues, ahondad en el Espíritu y no satisfagáis los deseos de la carne; 17 Y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. >> aquí es donde se asegura la victoria sobre la carne, si se lucha confiado en el Espíritu. También se descubre en este pasaje que la vieja naturaleza del creyente y el Espíritu siempre están "en oposición" el uno al otro. Estos nunca pueden llegar a ponerse de acuerdo ni ligeramente por disposición alguna de la vieja naturaleza. Según Galatas 5: 16-17 lo que es verdad respecto al desacuerdo entre el Espíritu Santo y la vieja naturaleza es igualmente cierto en cuanto a la nueva naturaleza, de acuerdo con el pasaje de Romanos. 7:15 y 8:4 que ya mencionamos anteriormente, De los dos pasajes hay que observar que el uno registra un completo fracaso, y el otro una total victoria. La diferencia entre ellos es que en uno la fuerza limitada del salvo ha producido un conflicto con la vieja naturaleza, ha obtenido una total victoria. Porque el inconverso no adopta ideales o propósitos tales como los de Romanos 7 que van más allá de los dictados de la débil conciencia. Dios no está en todos sus pensamientos. Finalmente y en conclusión el mismo ego de Romanos capítulo 7 continúa en el 8 y en su mismo énfasis cristiano. La diferencia indicada entre los capítulos 7 y 8 no es en cuanto a la salvación, sino en cuanto a la liberación del poder del pecado y de la muerte que siempre es el fruto de la naturaleza pecaminosa.
Habiendo determinado que este pasaje registra la lucha de un hijo de Dios es verdaderamente valioso notar que él, aunque salvó, siempre posee una naturaleza caída, y su liberación no es por la erradicación, sino por el poder victorioso del Espíritu Santo Rom. 8:2 << Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. >>
De cada referencia al viejo "yo" así como por la frase paralela que se encuentra en el pasaje, en Rom. 7 especialmente el (V- 17) "pecado, la naturaleza que mora en mí>> (V-20) << en mí esto es en mi carne no mora él bien>> (V-18) <<el mal está en mí>> (V-21) <<el pecado que está en mis miembros>> (V-23) etc,
Es evidente que el escritor poseía una naturaleza caída.
Veamos el punto de vista del apóstol Pablo en lo que atañe a la vieja y la ahora nueva naturaleza: porque este pasaje nos conduce a la pregunta ¿Quien me librará?
Ro. 7: 15-25 << Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago.
16 Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena.
17 De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí.
18 Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.
19 Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.
20 Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí.
21 Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí.
22 Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios;
23 pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.
24 ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?
25 Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado.
>>

El pasaje da inició así en el: (V-15) << porque lo que hago >> "impulsado por la vieja naturaleza" no lo entiendo (por causa de la nueva naturaleza que hay en mí) << Pues no hago lo que quiero >> (en la nueva naturaleza) << sino lo que aborrezco>> en mi (nueva naturaleza) << eso hago >> (lo de la vieja naturaleza) << y si lo que no quiero>> en mi (nueva naturaleza) <<esto hago>> (las cosas de la vieja naturaleza) <<apruebo>> (en mi nueva naturaleza) <<que la ley es buena de manera que ya no soy yo>> (si no mi nueva naturaleza) <<quien hace aquello, sino el pecado que mora en mi>> la (vieja naturaleza) << y yo se que en mí, esto es en mí carne, (vieja naturaleza) no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo porque no hago el bien que quiero>> hacer en mi (nueva naturaleza) << sino el mal que no quiero, eso hago>> en mi (vieja naturaleza) << y si hago lo >> (de la vieja naturaleza) << que no quiero>> hacerlo (en mi nueva naturaleza), <<ya no soy yo >> (sino la nueva naturaleza que está en mí) << así que queriendo yo >> (en mi nueva naturaleza) <<hacer el bien, hallo esta ley >> (no la de Moisés) << que el mal >> o sea (la vieja naturaleza) <<está en mí >>
<<Porque según el hombre interior>>, (la nueva naturaleza) <<me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros >>(la vieja nueva naturaleza) << que se revela contra la ley de mi mente >> (la nueva naturaleza que se deleita en la ley de Dios) << y que me lleva cautivo a la ley del pecado >> a (la vieja naturaleza) << que está en mis miembros, miserable de mí ¿Quien me librará de este cuerpo de muerte?>>
La naturaleza de este conflicto es evidente como también lo es el completo fracaso registrado. El como efectuar lo que es bueno es un problema que afronta todo cristiano serio, y mientras centenares de predicadores están en exhortar a sus congregaciones que deben ser buenos, prácticamente ninguno está diciéndoles como serlo. Este fallo se debe al descuido de la verdad en cuanto a la vida cristiana en las congregaciones en donde se preparan los ministros.
El apóstol descubrió lo que hoy meditamos, y es; que dice: cuando él quería hacer el bien, el mal (la vieja naturaleza) estaba presente en él. Para detenerlo.
Su esfuerzo propio por realizar esos altos ideales, que son los acompañantes naturales del estado de un regenerado, fue ineficaz.
Y así con extrema pena exclama: << ¡Miserable de mí! ¿Quien me librará de este cuerpo de muerte? >> mediante una terrible figura muy significativa el apóstol compara su naturaleza caída con que debe llevar a donde quiera que vaya. un cadáver, así que aún los grandes hombres de Dios se sentían y se veían incapaces de vencer la carne.
Punto final.
La carne o sea el cuerpo el cual forma parte de nuestra vida corporal, es el segundo enemigo del cristiano serio que quiere agradar a Dios, casi siempre la carne pesa mucho y está se opone y pelea para que no busquemos a Dios, por eso dice el apóstol: Gal 5: 16 << no satisfagáis los deseos de la carne,>> Rom. 8: 6 << porque el ocuparse de la carne es muerte >> muerte segura inevitable, así pues la carne se convierte en nuestro segundo enemigo común. Porque nos lleva a la destrucción eterna si nos dejamos dominar por ella.

viernes, 15 de marzo de 2013

EL PECADO ESTUDIO BÍBLICO. #1


 

 

INTRODUCCIÓN.

No es necesario discutir que el pecado es una realidad en el mundo. Y que la historia revela sus horribles efectos en guerras, disturbios, y en la maldad que el pecado muestra a nuestro alrededor. Cada sonido en la naturaleza está en un tono menor. La conciencia del hombre es a menudo un testimonio de sus propios defectos y pecados.

No puede ser negado que todos los hombres son pecadores. Esto es cierto para toda raza y tribu. Ni siquiera es necesario que el hombre aprenda a pecar. Pues el comienzo del pecado está en la misma naturaleza del hombre desde los días más tempranos de su vida. A ningún niño hay que enseñarle como hacer el mal, pero si constantemente hay que enseñarle como hacer aquello que es correcto.

 

El origen del pecado.

Debe ser comprendido que el pecado no tuvo su comienzo aquí en la tierra. El primer pecado fue cometido en el cielo. El cielo fue manchado antes que la tierra fuera dañada por su horrible presencia. De aquí que afín de entender enteramente su realidad y naturaleza, debamos primario estudiar su comienzo en el universo, y luego su comienzo sobre la tierra.

 

EL ORIGEN DEL PECADO EN EL UNIVERSO.

Primero, debemos considerar a la persona que fue responsable del primer pecado en el universo:

Eze. 28: 12-17 << Hijo de hombre, levanta endechas sobre el rey de Tiro, y dile: Así ha dicho Jehová el Señor: Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura.

13 En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación.

14 Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas.

15 Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad.

16 A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín protector.

17 Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti. >>

Esta claro en el pasaje que el profeta está describiendo a un ser sobre natural. Las palabras pueden aplicarse al rey de Tiro, pero parecen ir más allá de esta aplicación y describen al más alto de todos los seres creados. ¿A quien más podrían aplicarse estas palabras, sino a Satanás mismo antes de su caída?

Seguidamente miramos el pecado del cual este ser exaltado era culpable:

Isa. 14: 12- 14 << ¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones.

13 Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte;

14 sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. >>

Cinco veces Lucero se revela contra la voluntad de Dios. De aquí que podemos ver que el primer pecado fue rebelión en contra de Dios, e independencia total de él.

"Subiré al cielo" Hay tres cielos: el cielo atmosférico, el cielo estelar o astronómico, y el más alto o tercer cielo donde habita Dios y los santos. 2Co. 12: 1-4 << Ciertamente no me conviene gloriarme; pero vendré a las visiones y a las revelaciones del Señor.

2 Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo.

3 Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe),

4 que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar. >> Aquí Pablo habla de haber sido arrebatado al tercer cielo, la esfera de los ángeles está en el segundo cielo. Pero él dijo:  "Junto a las estrellas de Dios, levantare mi trono." Job. 38: 7 << Cuando alababan todas las estrellas del alba,

Y se regocijaban todos los hijos de Dios? >> Jud. 13: << fieras ondas del mar, que espuman su propia vergüenza; estrellas errantes, para las cuales está reservada eternamente la oscuridad de las tinieblas. >> Ap. 12: 3-4 << También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas;

4 y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese. >>

Aquí Satanás estaba expresando el deseo de tener el dominio sobre los seres angelicales.

"En el monte del testimonio me sentare, y a los lados del monte" estas palabras solamente son expresadas por alguien que desea un reino. El simbolismo bíblico, una montaña significa un reino. Isa. 2: 2 << Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones. >> Dan. 2: 25 << Mas la piedra que hirió a la imagen fue hecha un gran monte que llenó toda la tierra. >>

 

"Sobre las alturas de las nubes subiré."

En la escritura, la gloria divina es a menudo simbolizada por nubes. Y Lucero quería ser esta gloria.

 

"Seré semejante al altísimo."

Este es el clímax de los otros cuatro deseos. Pues, todas estas declaraciones expresan independencia de Dios y oposición a Él, una voluntaria ambición contra Dios. Si nos preguntamos como fue posible que el pecado huviera entrado en un ambiente perfecto, la respuesta parece ser, en cuanto a Lucero y los ángeles que cayeron con él, que su caída se dio a su revuelta deliberada y determinada en contra de Dios.

 

EL ORIGEN DEL PECADO EN LA RAZA HUMANA.

El tercer capítulo de Génesis describe como entró el pecado por primera vez en la raza humana. Una comprensión completa de las enseñanzas de este capítulo es esencial a nuestro entendimiento, para comprender lo que sigue en las escrituras. La historia de la caída del hombre, como es dada aquí, es una absoluta contradicción a la teoría de la evolución que intenta enseñar que el hombre comenzó en el primer escalón de la escalera moral y que ahora está lentamente ascendiendo. Por el contrario, este capítulo declara que el hombre comenzó en el escalón más alto, a la imagen de Dios, y luego procedió a caer. Este capítulo tres de Génesis también contradice la teoría moderna de la herencia y ambiente. Se nos dice que la razón por la cual el pecado y la maldad están en el mundo es a causa de la contaminación de nuestra línea hereditaria. Si nuestros antecesores no hubieran pecado, nosotros no hubiéramos pecadores. Sabemos que Adán y Eva no tenían ningún linaje contaminado detrás de ellos, sin embargo pecaron. Nuevamente se nos dice que la causa de la maldad en el corazón se debe al ambiente pecaminoso en el cual vivimos. Si tan sólo pudiéramos limpiar la sociedad, entonces los hombres no estarían más sujetos al pecado. Esto se ha demostrado como falso por el hecho de que nuestros primeros padre vivían en una condición de perfección, sin embargo pecaron, de manera que ningún cambio de ambiente librará al hombre de su pecado, un escritor llamado Arthur Pink dijo: (Que el hombre no necesita un cambio de destino, sino un nuevo nacimiento) La raza humana fue creada de tal forma que pudiera recibir y corresponder al amor de Dios. Afín de que el amor sea verdadero debe ser dado libremente. El amor no es amor si es dado bajo obligación. ¿Cómo sabría Dios si este primer hombre y mujer le amarían? Él les dio la oportunidad de probar su amor por un simple acto de obediencia. En realidad, ni siquiera era tan difícil como puede ser asumido. Todo lo que se les pidió fue que se abstuviesen de cometer el acto de participar del fruto de uno de los muchos árboles en el huerto, y de esa forma demostrar su devoción a Él. Dios no los estaba privando de nada. Adán y Eva no necesitaban el fruto de este árbol. No era necesario ni para su felicidad ni para su vienes tar. Por otro lado, el hombre no necesitaba el pecado. Este ni siquiera le ha proporcionado un momento de placer genuino a su vida en ninguna forma. Aún aquellos que más pecan contra nosotros quieren que otros los traten honestamente. El mentiroso espera que le digan la verdad, y el ladrón que roba los bienes de otro espera que le dejen sus bienes en paz. No había veneno ni maldad en el fruto de ese árbol específico. Sólo fue incorrecto porque Dios les había dicho que no debían comer de él. En la economía moral que Dios estba estableciendo aquí en la tierra el pecado era una posibilidad, pero no una necesidad. Adán y Eva nunca debieron haber convertido esa posibilidad en una realidad. Rodeados con todo para todas sus necesidades y debidamente advertidos por Dios en cuanto a cuales sería las consecuencias, se puede concluir solamente que ellos fueron culpables por lo que hicieron. Stg. 1: 14 << Sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. >>

Es muy importante tener este hecho en mente: Dios no le permitió. Satanás forzar y predominar sobre Adán y Eva. La serpiente les tentó, pero no les forzó a comer del fruto prohibido. La manera en que vino Satanás fue una verdadera prueba, pero pero no fue de tal naturaleza como para abrumar a la pareja original. Esta es la verdad de toda tentación. Una tentación exitosa requiere la cooperación del individuo tentado. Este debe ceder tal y como cedieron Adán y Eva. Ellos podrían habido culpar a Satanás por tentarles; pero en realidad debían culparse a su mismos por ceder a la tentación. Su pecado fue el resultado de su propia irresponsabilidad, y por lo tanto cargaron con el castigo.

 La diferencia entre la caída de Satanás y la caída del hombre es que Satanás cayó sin ningún tentador externo. El pecado entre los ángeles se originó en sus propios seres; por otra parte, el pecado del hombre se originó en un tentador y una tentación externa. Un escritor y teólogo llamado Thiessen comenta: ( si el hombre hubiera caído sin un tentador, hubiera originado su propio pecado, y se hubiera convertido él mismo en un Satanás)

 

3)- EL PRIMER PECADO HUMANO

La necesidad de una prueba.

Dios había hecho al hombre perfecto, supliendo todas sus necesidades, y le había puesto en un ambiente perfecto, supliendo todas sus necesidades y le había dado una hermosa ayuda en Eva. También le fue dada una libre voluntad. Pero era necesario que su libre voluntad fuese probada, a fin de que él fuera confirmado en justicia positiva de carácter.

El carácter es la suma total de las elecciones humanas. Y este solo puede ser obtenido a través de elecciones. De ahí que el hombre estaba en prueba, hasta que fuera demostrado como usaría su poder de libertad de elección. El hombre pudo haber elegido resistir la tentación. Desafortunadamente eligió lo opuesto.

 

EL PROCESO DE TENTACIÓN

Satanás emitió dudas sobre la palabra de Dios y su fidelidad. Gn. 3: 1-6 - (V-1) << Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehova Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Con que Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? >>  La razón por la cual el tentador vino a la mujer, en ves de Adán, puede haberse debido al hecho de que Dios había dado el mandato de prohibirles comer del árbol. Directamente a Adán. Eva recibió el mandato de su marido. Así que Satanás muy astutamente no vino al hombre, sino a la mujer a través de la serpiente; y vino mientras ella estaba sola. La pregunta sutil de Satanás, ¿Con que Dios os ha dicho? Es hoy en día una de sus tácticas favoritas para cuestionar la veracidad de la palabra de Dios.

Él quiso sugerir que Dios estaba guardando algo del hombre, y de esta manera poder cuestionarle acerca de su amor.

 

Eva procuró alterar la palabra de Dios.

(V2-3) << Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer;

3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. >> Eva hizo tres cosas, todas las cuales son trágicamente peligrosas. Notemos cuidadosamente lo que Dios le había dicho, en Gn. 2: 16-17 << Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; 17 mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás. >> Primero. Eva agregó a la palabra de Dios. Agregó"ni le tocaréis" Dios no había dicho tal cosa, y agregando estas palabras, ella hizo parecer a Dios como si fuera irrazonable en sus demandas. Siempre es muy peligroso añadir a la palabra de Dios. Prob. 30: 6 << no añadas a sus palabras para que no te reprenda, y seas haya do mentiroso >>

Segundo. Ella alteró la palabra de Dios. Y dijo: "para que no muráis" La punta filosa de la espada del Espíritu fue desafilada, sugiriendo que sólo había una posibilidad de que murieran.

Tercero. Ella omitió parte de la palabra de Dios. Eva dejó completamente de lado la solemne amenaza de Dios,

"Ciertamente morirás" Apo. 22: 19 dice: << Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitara su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro. >>

 

 

 

Teologia Pentecostal.