viernes, 13 de febrero de 2015

DOCTRINA: LA JUSTIFICACION.

La justificación es el acto judicial ó legal por el que Dios declara inocente a una persona, librándola de toda acusación que podría presentarse contra ella.
        Siendo que los hombre han pecado, Dios no podría  declarar a nadie justo sin romper su ley.
Éxodo 23:7  De palabra de mentira te alejarás, y no matarás al inocente y justo; porque yo no justificaré al impío.
 
        Dios no puede hacer ningún compromiso con el pecado;  por tanto, él preparó una base eficaz sobre la que pudiera declarar justo al pecador sin lesionar su rectitud.
        Esta base Dios la estableció cuando entregó a su Hijo para que soportara la condena que merecía el pecador.
Romanos 8: 3   Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne;
        De manera que Dios sigue siendo perfectamente justo al recibir como justificados a los que se acercan a él por medio de Jesucristo.
2ª Corintios 5:21   Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
 
Medios.
        La sangre de Cristo es el único medio de declarar justo a un pecador; pues, sólo Cristo,   ofreció la propiciación adecuada para satisfacer a Dios a la vez que fue  el sustituto del creyente en el juicio.
Romanos 3: 24- 25    Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,  a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,
 
        La seguridad de la justificación,reside en el hecho de que el mismo Dios que nos había sentenciado como pecadores, ahora,  en su Hijo, nos declara totalmente libres.  Nadie puede condenarnos, nuestra justificación es completa y definitiva.
 
Romanos 8: 33   ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.
 
        La justificación se recibe por medio de la fe.  Únicamente los que creen pueden  ser justificados.
Romanos  5: 1  Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;
        La fe consiste en creerle a Dios que Cristo hizo todo lo necesario para satisfacer las demandas de la justicia divina y presentarnos ante él sin mancha.
Romanos 8:1  Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
        Los que han sido justificados, no sólo han sido justificados de sus pecados pasados,  sino también de los presentes y futuros.  Son las personas las que han sido declaradas justas no una temporada de su vida.
Hebreos 10:14   porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.
 
La justificación es un privilegio que Dios otorga en el presente.
Juan 5:24   De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.
1ª Juan 5:13  Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios.
        Las afirmaciones de Pablo de que el hombre es justificado por la fe sin las obras de la ley, no se contradicen con las de Santiagocuando dice que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe.
Romanos 3:28 Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley.
Santiago 2:24 Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe.
Las afirmaciones son complementarias, pues mientras Pablo habla de cómo somos justificados ante Dios,  Santiago habla de cómo somos justificados ante los hombres.  Lo primero se obtiene por la fe en la obra de Cristo, lo segundo por las obras de la fe, es decir, por nuestra conducta,  que es consecuencia de nuestra fe.  No es suficiente afirmar que somos justificados, también hace falta que nuestros actos demuestren a los ojos de los hombres  que realmente tenemos la vida de Dios.

DOCTRINA: EL ARREPENTIMIENTO

En las Escrituras el arrepentimiento es presentado  como un paso necesario para entrar en el reino de Dios.
Mateo 3:8 Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento,
Lucas 5:32  No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.
Hechos 5:31  A éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados.
Hechos 11: 18   Entonces, oídas estas cosas, callaron, y glorificaron a Dios, diciendo: ¡De manera que también a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida!
Hechos 26: 20   Sino que anuncié primeramente a los que están en Damasco, y Jerusalén, y por toda la tierra de Judea, y a los gentiles, que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento.
Romanos  2: 4   ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento?
 
        La idea que transmite el arrepentimiento es la necesidad de una conversión a Dios que incluye un cambio en la manera de pensar, de sentir y de actuar.
 
En cuanto al cambio en la manera de Pensar,
        El arrepentimiento implica una transformación en las apreciaciones que se han tenido acerca de Dios, del pecado y de sí mismo. En el caso de la parábola del hijo pródigo el regreso a casa estuvo marcado, inicialmente, por un cambio en la manera de pensar.
Lucas 15: 17- 19  Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!  Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.    Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.
 
En cuanto al cambio en la manera de sentir,
        La Biblia enseña que cuando se produce un verdadero arrepentimiento acontece una conmoción emocional en la persona. Nadie puede arrepentirse  y seguir siendo tan friós como una piedra.
Mateo 26: 75   Entonces Pedro se acordó de las palabras de Jesús, que le había dicho: Antes que cante el gallo, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloró amargamente.
2ª Corintios 7: 9-10  Ahora me gozo, no porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento; porque habéis sido contristados según Dios, para que ninguna pérdida padecieseis por nuestra parte.   Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte.
 
En cuanto al cambio en la manera de actuar,
        El arrepentimiento es la frontera entre una vida  disipada y una vida consagrada a Dios que da frutos dignos de arrepentimiento. 
        Las Escrituras hacen gran énfasis en la verdad de que el verdadero arrepentimiento debe mostrarse por los hechos.
Mateo 3:7-8  Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: ¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera?   Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento,
Mateo 7: 21-23   No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.   Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?    Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.
Mateo 21: 28-32   Pero ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y acercándose al primero, le dijo: Hijo, ve hoy a trabajar en mi viña.  Respondiendo él, dijo: No quiero; pero después, arrepentido, fue.  Y acercándose al otro, le dijo de la misma manera; y respondiendo él, dijo: Sí, señor, voy. Y no fue.  ¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre? Dijeron ellos: El primero. Jesús les dijo: De cierto os digo, que los publícanos y las rameras van delante de vosotros al reino de Dios.  Porque vino a vosotros Juan en camino de justicia, y no le creísteis; pero los publícanos y las rameras le creyeron; y vosotros, viendo esto, no os arrepentisteis después para creerle.
Lucas 6: 43-45   No es buen árbol el que da malos frutos, ni árbol malo el que da buen fruto.   Porque cada árbol se conoce por su fruto; pues no se cosechan higos de los espinos, ni de las zarzas se vendimian uvas.     El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.
Apocalipsis 2: 5   Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido.
 
Para que se produzca un arrepentimiento legítimo, deben presentarse los cambios en los tres aspectos señalados de manera simultánea.

1)- Un cambio en la manera de pensar.
2)- Un cambio en la menra de sentir.
3)- Un cambio en la manera de actuar.

Si no han acontecido estos cambios en la vida del creyente no se a logrado nada en la vida de tal persona. por ejemplo:
       
        1)- Si hay un cambio en las acciones, pero no en el pensamientoni en el sentir tan sólo se ha producido una reforma religiosa, no una conversion al Dios verdadero. 
       
        2)- Si hay un cambio en los sentimientos, pero no en la actuación ni en la forma de pensar,  sólo se ha producido un remordimiento. 
        
        3)- Si hay un cambio en el pensamiento, pero no en el actuar o en el sentir solamente se ha producido una persuasión intelectual.

 ¿Que es el arrepentimiento?
 El arrepentimiento es un don de gracia que Dios concede de acuerdo a su libre voluntad.
 
Hechos 5:31  A éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados.
Hechos 11:18   Entonces, oídas estas cosas, callaron, y glorificaron a Dios, diciendo: ¡De manera que también a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida!
Romanos 2:4  ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento?
2ª Timoteo 2: 25   Que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad,
 
Pero,  además, el arrepentimiento es una responsabilidad que Dios demanda de todo ser humano.
 
Hechos 17:30    Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan;
 
De manera que si alguna persona no se arrepiente resulta culpable de rebeldía ante Dios y reo de condenación;  pero, si por el contrario, se arrepiente, debe alabar a Dios quien es el único que puede conceder la gracia de experimentar el arrepentimiento para vida.

DOCTRINA: LA SEGURIDAD ETERNA DE LA SALVACION

Aquellos que han sido elegidos por Dios, sustituidos en la muerte por Cristo y llamados eficazmente por el Espíritu Santo han alcanzado una posición en Cristo y un estado de gracia que no depende de circunstancias o condiciones humanas y que, por lo tanto, es eternamente inalterable.
 
Hebreos 10:14  Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.
 
La elección que Dios hace de su pueblo los predestina para alcanzar salvación; siendo que éste es un decreto divino  que no puede ser alterado  aquellos que han sido predestinados alcanzarán infaliblemente  aquello para lo que fueron destinados.
 
Romanos 8: 29- 30   Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.   Y a los que predestinó, a éstos también llamó;  y a los que llamó,  a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó.
 
La sustitución que  Cristo  logró en la cruz es una sustitución real  y no supuesta, por lo tanto los que han sido sustituidos no pueden más morir  haciendo inválido el sacrificio del Señor.  Sus culpas y pecados pasados, presentes y futuros han sido cancelados por la muerte del Redentor y poseen vida para la eternidad.
 
Juan 5: 24  De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.
Juan 6: 39 Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero.
Juan 10: 28-29  Y   yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.  Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.
 
Romanos 11:29  Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios.
Efesios 1:13-14  En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,   que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.
  Pedro 1: 4-5  para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.
 
Los resultados que el pecado produce en un incrédulo y en un creyente son completamente diferentes.  Mientras que en el incrédulo producen muerte y condenación, en el creyente producen  rompimiento de la comunión con Dios y, si se persevera en pecado, castigo temporal.

1ª Corintios 11:32  Más siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo.
 
        Pero, a causa de la elección de Dios que es producto de su libre voluntad, de la eficacia de los méritos e intercesión de Cristo y de la morada del Espíritu Santo,  el creyente no puede perder su posición en el Amado aunque por causa de sus pecados incurra en el desagrado de Dios, contriste al Espíritu Santo y acarree disciplina para sí mismo.  No obstante, la simiente de Dios que está el él y la naturaleza del pacto de gracia volverán a despertar en él el dolor por el pecado, el arrepentimiento sincero y la confesión para su perdón y restauración.
1ª Juan 1:9  Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
 
        La doctrina de la seguridad eterna de la salvación en ninguna manera vuelve a los creyentes libertinos y disolutos, puesto que el que ha nacido de Dios posee una naturaleza que aspira por la santidad de Dios y por la comunión con él más que por los placeres engañosos del pecado. 
        Aquellos que escudándose en la doctrina de la seguridad eterna se lanzan a una vida mundana y rebelde demuestran por su misma conducta que jamás nacieron de nuevo y que por lo tanto no fueron elegidos de Dios.
        A causa de que en el creyente aún permanece la naturaleza pecaminosa heredada de Adán  y de que sigue siendo blanco de las tentaciones del mundo  y de Satanás, debe ser muy cuidadoso en poner en práctica los medios necesarios para perseverar en la comunión con Dios y ser librado de pecados graves.

LA GRACIA IRRESISTIBLE O LLAMAMIENTO EFICAZ



        Cuando llega el tiempo en que Dios ha de salvar a sus elegidos, los llama eficazmente por su Palabra y por el Espíritu Santo para darles vida y salvación.

       
        Por su estado de muerte espiritual el hombre no podrá nunca por sí mismo decidir seguir a Cristo; de ahí que Dios tenga que dotar de la fe salvadora a sus elegidos, de otra manera éstos se perderían irremediablemente.
 
Juan 6:44  Ninguno puede venir  a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.
 
        Este llamamiento de Dios es de tal naturaleza que el hombre es vivificado y renovado al punto que la experiencia no puede terminar sino en una rendición sincera a Cristo.
        Por medio de su gracia irresistible Dios ablanda la conciencia del hombre, lo mueve a la contrición y al arrepentimiento, lo hace nacer de nuevo, lo dota de fe  y le concede la voluntad de desear el bien y procurarlo.
        De ahí que esa gracia salvadora se califique de irresistible  en el sentido de que no puede ser anulada por la  voluntad humana. 
        Pero, aunque esta gracia es irresistible, los hombres que la reciben van a Cristo con absoluta libertad, habiendo recibido la voluntad de hacerlo por la gracia de Dios.
 
Hechos 16: 14  Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de  Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo;  y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía.
 
Filipenses 1:29  Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él.
 
Filipenses 2: 13  Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.
 
        El otorgamiento de la gracia irresistible  de Dios responde a su decreto de elección de manera que el hombre no puede, ni quiere,  hacer nada para obtenerla y debe ser aplicada por la libre gracia de Dios sin prever en el hombre mérito alguno.
 
Juan 10:16  También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz, y habrá un rebaño y un pastor.
 
Hechos 13:48  Los gentiles, oyendo esto, se regocijaban y glorificaban la palabra del Señor, y creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna.
 
Romanos 8: 29- 30  Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.   Y a los que predestinó, a éstos también llamó;  y a los que llamó,  a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó.
 
        Los hombres que no son elegidos, invariablemente serán condenados por cuanto Dios los pasa por alto al momento de adjudicar su llamamiento eficaz; esto, no obstante, no significa que tales hombres se pierdan  en contra de su voluntad, pues ellos rechazan con toda libertad a Cristo como resultado  del endurecimiento de sus corazones.
 
Romanos 9: 14- 16  ¿Qué,  pues, diremos?  ¿Qué hay injusticia en Dios? En ninguna manera.   Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca.   Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.

DOCTRINA: LA EXPIACION LIMITADA

De la misma manera que Dios ha destinado a los elegidos para gloria, también ha ordenado todos los medios para que ese propósito sea cumplido. Cristo murió para dar cumplimiento al decreto de elección, el cual, tiene relación a un número definido de personas: a los elegidos y a nadie más.
        La expiación que Cristo ofreció en el calvario es limitada.  Esto significa que Cristo no murió en la cruz por toda la humanidad sino solamente por sus elegidos.
        Toda corriente evangélica enseña alguna forma de limitación de la expiación. Aquellos que sostienen  que Cristo murió por toda la humanidad, limitan la eficacia de los méritos de Cristo aduciendo que lo que el Señor hizo en la cruz no es suficiente para la salvación  del hombre a menos que éste complete tal obra  por medio de su obediencia.  Este punto de vista es contrario a las enseñanzas escritúrales.
 
Hebreos 10:14  Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.
       
        Por tanto, la enseñanza que limita no la eficacia sino la extensión del sacrificio de Cristo es la posición verdadera que las escrituras enseñan,  como se verá a continuación.
        El hecho es que la limitación  de la expiación no es algo excepcional de esta doctrina.  Todos limitan la expiación,  con la diferencia que unos lo hacen en un sentido contrario a las Escrituras y otros en la dirección que la Palabra lo indica.
        Puesto que la muerte de Cristo es una real sustitución del pecador, todos aquellos por quienes Cristo murió han sido infaliblemente sustituidos y salvados de la condenación.  De manera que no es posible afirmar  que Cristo murió  por toda la humanidad sin caer en un universalismo.
 
Las Escrituras afirman que Cristo murió exclusivamente por sus elegidos.
 
Mateo 1:21  Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.
Juan 10: 15-16, 26   Así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre, y pongo mi vida por las ovejas.   También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquellas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.  Pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho.
Juan 17: 9  Yo ruego por ellos;  no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son.
Hechos 20: 28  Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.
Efesios 5: 25  Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó así mismo por ella.
       Las expresiones de la Escritura donde se dice que Cristo murió"por todos"  no deben interpretarse en el sentido de  "todos absolutamente”, sino como "todos sus elegidos”; de otra manera se violentaría el espíritu de los pasajes donde se encuentran tales afirmaciones.  Examine:
Juan 12:32  Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mi mismo.
Romanos 5:18  Así que, como por la trasgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida.
2ª Corintios 5: 14-15  Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos,  luego todos murieron; Y por  todos murió,  para que los que viven, ya no viven para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.
Como ejemplos que demuestran que "todos" no significa la totalidad del género humano pues tal interpretación nos arrastraría a un inevitable universalismo.  Igualmente,  las expresiones que hablan del "mundo", no se refieren a toda la humanidad; a los judíos habituados a pensar que tan sólo su raza  alcanzaría el favor divino era necesario hacer ver que Dios había  amado a todo el mundo o que Cristo había muerto por todo el mundo queriendo con ello decir sus elegidos de "todas las naciones"; lo contrario seria predicar, de nuevo, un universalismo. La doctrina de la expiación limitada no obstruye el libre ofrecimiento del evangelio a toda criatura.  Puesto que los elegidos  son conocidos tan sólo por Dios y se encuentran diseminados en todo el mundo, no hay manera de cumplir  la gran comisión sino solamente predicándole a toda criatura.  La salvación debe ser ofrecida de buena fe y de la manera más liberal a todos los hombres.   Sin embargo, por estar muertos en sus delitos y pecados,  solamente aceptarán los beneficios del evangelio aquellos a quienes se les apliquen eficazmente por el Espíritu Santo.  Exactamente lo que Dios lo acordó cuando Cristo pendía de la cruz, y en su decreto eterno.