Hech. 13:6-12 << Y habiendo atravesado toda la isla hasta
Pafos, hallaron a cierto mago, falso profeta, judío, llamado Barjesús,
7
que estaba con el procónsul Sergio Paulo, varón prudente. Este, llamando a Bernabé y a Saulo, deseaba oír la palabra de Dios.
8
Pero les resistía Elimas, el mago (pues así se traduce su nombre), procurando
apartar de la fe al procónsul.
9
Entonces Saulo, que también es Pablo, lleno del Espíritu Santo, fijando en él los ojos,
10
dijo: ¡Oh, lleno de todo engaño y de toda maldad, hijo del diablo,
enemigo de toda justicia! ¿No cesarás de trastornar los
caminos rectos del Señor?
11
Ahora, pues, he aquí la mano del Señor está contra ti, y serás ciego, y no verás el sol por algún tiempo.
E
inmediatamente cayeron sobre él oscuridad y tinieblas; y andando
alrededor, buscaba quien le condujese de la mano.
12
Entonces el procónsul, viendo lo que había sucedido, creyó, maravillado de la doctrina del Señor. >>
LA VERDAD CENTRAL.
De lo que vamos a estudiar en esta oportunidad, nos
enseña que: la
actitud del hombre ante el evangelio le depara la salvación.
INTRODUCCION.
Todo lo que
el hombre siembra eso también cosechará. Esto es una
ley natural que también tiene
vigencia en el campo espiritual.
Lo que el hombre siembra con sus actitudes hacia el
mensaje de Dios es lo que cosechará de parte de Dios. El que siembra
interés y
sinceridad en el mensaje del evangelio, alcanzará la vida; en cambio, el que siembra
rebelión y dureza,
merecerá el juicio de
Dios, debemos comprender que estas no vendrán por casualidad.
La porción de este día es con el fin de indagar la
manera de cosechar la misericordia.
1)- LOS
QUE SIEMBRAN PARA ALCANZAR MISERICORDIA.
en todas partes existen personas que han sido elegidas
por Dios para alcanzar la salvación.
Los apóstoles encontraron en Chipre al
procónsul Sergio
Paulo, quien desde un principio demostró tener interés genuino en escuchar las buenas
nuevas del evangelio. La Biblia nos dice que: (V-7) << que estaba con el procónsul Sergio Paulo, varón prudente. Este, llamando a Bernabé y a Saulo, deseaba oír la palabra de Dios. >>
¡Que buen
deseo el que tenía el procónsul Sergio! Pues, no hay nada
mejor que desear escuchar la palabra de Dios. Ninguna otra actividad puede proporcionar
al hombre mejores beneficios que la de escuchar aquellas buenas noticias que
nos señalan el
camino a la vida eterna. Sergio estaba sembrando algo positivo: el interés en la palabra de Dios. Todo aquel
que siembra de esta manera no está lejos de alcanzar la gracia del Señor.
2)- LOS
QUE SIEMBRAN PARA JUICIO.
Pero, así como hay personas de corazón bueno las hay también de corazón duro.
Junto al mismo procónsul había un hombre, de nombre Elimas, que
se hacía pasar por
mago. Este había adoptado
una actitud muy peligrosa para su alma: resistiendo a los apóstoles (V-8) << procurando apartar de
la fe al procónsul (Sergio Paulo) >> no
satisfecho con rebelares él sólo contra el evangelio, quería también apartar quería también apartar del camino al procónsul. No hay pecado que el Señor Jesús condene más ásperamente que el de poner tropiezo
a los que están creyendo a
su palabra. El Señor lo expreso
con estas palabras: Mt. 18:6-7 << y cualquiera que haga
tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al
cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del
mar. 7 ¡ay del mundo por los
tropiezos, porque es necesario que vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel hombre por quien viene el
tropiezo >>
No cabe dudas que Elimas estaba sembrando su propia
desgracia y condenación con esa su actitud malvada.
3)- LA
HORA DE LA COSECHA.
El momento de recibir lo que sus hechos merecieron
llegó muy pronto
para Sergio y para Elimas.
Pablo fijó sus ojos en el mago y le dijo: (V
10-11) << ¡Oh, lleno de todo engaño y de toda maldad, hijo del diablo,
enemigo de toda justicia (V-11) He aquí la mano del Señor está contra tí, y serás ciego, y no verás el sol por algún tiempo >>
puesto que Elimas amó más las tinieblas que la luz, ahora
recibía en
abundancia lo que prefería: quedó ciego por juicio divino.
Todo lo que el hombre siembra, lo cosecha
abundantemente. En esto Dios no hace injusticia alguna, pues, simplemente da al
hombre lo que él mismo eligió. Pero, el mismo milagro que dejo
ciego a Elimas sirvió sirvió al procónsul Sergio como una prueba del
respaldo divino al mensaje del evangelio.
(V12) << Viendo lo que había sucedido, creyó, maravillado de la doctrina del Señor >>
Puesto que él había buscado con interés las cosas de Dios, ahora
cosechaba la misericordia del Señor, la cual se derrama
abundantemente en aquellos que siembran en justicia. Dios puede por un mismo
acto, pagar al malo de acuerdo a su perversidad y al humilde según su rectitud.
Punto
final.
Es un método divino que el hombre siembre primero y
luego coseche. Este principio se aplica tanto a aspectos puramente pasajeros
como también a los eternos. Es un error pensar que aquellos que
en esta vida tienen un una actitud de rechazo al evangelio recibirán perdón y vida eterna. Dios no altera su principio de
"todo lo que el hombre sembrare, eso también segara" El está esperando el día de l cosecha cuando nadie dejara dejara de
recibir lo que sembró. Por tanto aceptemos hoy el don de Dios en
Jesucristo, quien no teniendo ninguna culpa pagó con su vida nuestras faltas. Mañana puede ser demasiado tarde!!!
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