ESTA ES UNA EXPOSICION SISTEMATICA DE LAS MAS IMPORTANTES DOCTRINAS DE LA BIBLIA.
En la última ocasión mencionamos algunos de los
requisitos para poder recibir respuesta en la oración, y decíamos que algunas veces; los hijos
de Dios oramos y sin embargo no recibimos ninguna respuesta a pesar de que Dios
ha dicho en su palabra de que todo lo que pidiéramos en su nombre él nos lo daría; pero, decíamos que siempre que una oración no es respondida es a causa de que se está orando de una manera incorrecta; ahora bien, para poder orar como a
Dios le agrada es necesario llenar algunos requisitos de los cuales estudiamos
ya, pero que haremos un repaso y a la vez refrescar nuestra memoria para luego
continuar con el estudio.
1)- decíamos que se necesitaba el requisito de la fe. Pues sino tenemos fe no podemos
esperar ninguna respuesta a la oración, está fe tenía que ser en dos aspectos.
Primero
en el sentido que Dios oye la oración.
Segundo
en que recibiremos respuesta a lo que estamos pidiendo, decíamos que cuando la fe se extiende a esos dos aspectos es cuando podemos
decir que realmente tenemos fe y al tener fe tenemos la seguridad que Dios hará lo que estamos pidiendo.
2)- Debemos pedir dentro de la voluntad
de Dios.
ya que
la escritura dice: que podemos tener la confianza de que Dios nos oye toda ves
que nosotros estemos pidiendo dentro de su voluntad y allí veíamos la gran importancia de
conocer, cual era la voluntad de Dios y decíamos que la forma en que el Señor recomendaba conocer su voluntad era permaneciendo en él y que sus palabras permaneciesen en nosotros, cuando esto así sucedía podíamos pedir lo que quisiéramos sabiendo que lo recibiríamos pues en tales condiciones el creyente tan sólo pedirá aquello que es la voluntad de
Dios.
3)- necesitamos orar con limpia
conciencia.
Es
decir con una vida limpia de pecado donde no hubiera en nosotros inclinación al mal donde estuviéramos prestando oído a la palabra del Señor y cuando nosotros guardamos los mandamientos del Señor y andamos en obediencia a sus preceptos, es entonces cuando debemos
tener la confianza que tendremos respuesta a la oración, pues el mismo Juan dice que debemos guardar su mandamiento y uno de
ellos es que creamos que Jesucristo es el Señor, y de esa forma decíamos que todos aquellos que desean recibir respuesta de Dios primero
deben guardar el mandamiento de Dios y ese mandamiento es creer que Jesucristo
es el verdadero Salvador del mundo y recibirle de acuerdo a los lineamientos
que su palabra presenta.
Otros requisitos más que se necesitan para recibir respuesta a la oración, son:
4)- necesitamos el requisito del fervor.
Hay que orar con fervor para poder recibir
respuesta a la oración, Stgo. 5: 17 << Elías
era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró
fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años
y seis meses.
>>
Santiago
está tomando el ejemplo del profeta Elías el cual sabemos que era un hombre de Dios realmente sorprendente él hizo tantos milagros, aunque aquí Santiago cita el milagro de haber cerrado los cielos para que no
lloviese durante 3 años y 6 meses, ¡que autoridad la que tenía Elías!! sin embargo Santiago nos dice:
que Elías humanamente no era nada especial
sino que dice: que era un hombre igual que nosotros sujeto a pasiones, pero lo
que hacia la diferencia en Elías era dice; Santiago que él oraba fervientemente sig,
(fuerza y clamor) si oraba con fervor en la oración ¿pero que es orar con fervor?
Orar
con fervor es cuando ponemos todo el corazón, nuestra alma, nuestra mente, y todas nuestras fuerzas intelectuales y
físicas en la oración, no es una oración que se repite como una simple fórmula, porque muchas veces los hijos de Dios tenemos la tendencia a
tomar ciertos estribillos que se están repitiendo y repitiendo en la oración ya sus oraciones a Dios parecen como un disco rallado que sólo está repitiendo y repitiendo lo mismo,
pero realmente Dios no desea ese tipo de oraciones y hay muchos hijos de Dios
que tienen ya toda una oración estereotipada que cuando comienzan a orar están siempre repitiendo lo mismo, Dios las oye pero no las responde porque
están carentes de un verdadero fervor
como nos lo dijo el mismo señor en Mt.6: 7 << Y orando, no uséis
vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería
serán
oídos. >>
Dios
si oye la oración y también sabe si nosotros simplemente estamos repitiendo los mismos conceptos o
si estamos orando con verdadero fervor, ese es un punto determinante y allí también se encuentra la vida de la oración, porque cuando un creyente a perdido el fervor de la oración y lo hace simplemente por obligación o por llenar cierto ritual religioso o por llenar un formulismo evangélico, pues, entonces es donde esa oración pierde su carácter de conversación con Dios para convertirse en una palabrería simple, en una liturgia fría insípida la cual Dios no está interesado en escucharla convirtiéndose así en una oración inútil para la persona que práctica tal oración y allí es donde un gran número de creyentes han tropezado porque quizás pueden estar pidiendo con fe con una limpia conciencia pero si sus
oraciones son carentes del fervor que caracterizaban a las oraciones de Elías y no sólo las de él, sino todas las de los hombres de Dios incluido nuestro Señor Jesucristo, cuando no hay ese fervor no podemos tener esperanza de
recibir una respuesta.
Es por
eso que la experiencia de la oración debe ser una experiencia profunda en los hijos de Dios, la oración no es algo que se debe hacer como un formulismo o repetir palabras
hermosas que se han aprendido de memoria, nada de eso sino; que debe ser algo que
debe brotar de lo profundo del corazón, tampoco es repetir de memoria algo que otro escribió o tomar un papel para ponerse a leer una oración muy bien redactada y muy elocuente, pero que delante de Dios carece
totalmente de valor, la oración que Dios escucha es aquella que brota de un corazón fervoroso. y que se hace con mucho clamor. Jer. 33: 3 << Clama a mí,
y yo te responderé,
y te enseñaré
cosas grandes y ocultas que tú
no conoces. >>
Ex. 3: 7, 9 << Dijo
luego Jehová:
Bien he visto la aflicción
de mi pueblo que está
en Egipto, y he oído
su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias, >> (V-9 ) << El clamor, pues, de
los hijos de Israel ha venido delante de mí, >>
2Sam. 22: 7 << En
mi angustia invoqué
a Jehová,
Y clamé
a mi Dios;
El oyó mi voz desde su templo, Y mi clamor llegó
a sus oídos.
>>
Job. 34: 28 << Haciendo
venir delante de él
el clamor del pobre, Y que oiga el clamor de los necesitados. >> este es un ejemplo de las oraciones que el señor está dispuesto a escuchar y responder,
aquellas que vienen de un corazón fervoroso que quizás aveces ni siquiera encuentra palabras adecuadas para poder expresar.
Tal
como sucedió con Ana la que llegaría a ser madre del profeta, sacerdote y juez Samuel; que cuando oraba lo
hacia con gran agonía en su alma, ella expresaba
directamente con gemidos inexpresables lo que quería ante Dios y Dios oyó su oración porque era una oración fervorosa, tanto así que parecía una situación extraña dentro del templo que el sumo
sacerdote llegó a pensar que ella estaba borracha;
pero no, no era así, lo que sucedía era intuida de ese espíritu de fervor y entrega al Señor, de allí podemos nosotros aprender que la
oración no debe ser algo rutinario, ni soñolienta tengamos mucho cuidado con eso, porque Dios no desea oraciones
de ese tipo algunas veces los creyentes tenemos ya nuestras propias oraciones
de memoria cuando nos levantamos o nos acostamos o cuando vamos a comer y todos
los días se repite básicamente lo mismo, pero Dios lo que desea es que tengamos una actitud
de expresión diferente que cada oración sea una experiencia renovada, que cada oración sea hecha con verdadero fervor y que así las lágrimas y el sudor en nuestros períodos de oración sea la experiencia continúa y perseverante de los cristianos, porque cuando estas cosas se
pierden, cuando ya no hay lágrimas ni conpungimiento, cuando ya no hay ni una gota de sudor cuando
estamos orando a Dios cuando ya no hay voces que se levantan en clamor, ruego y
fervor, cuando ya no hay manos que se alzan a los cielos esa oración tiende a tornarse insípida tiende a perder su verdadero valor su carácter y a los ojos de Dios viene a ser algo sin sentido y por eso Elías y todos los hombres de Dios tuvieron resultados tan tremendos porque
eran hombres que oraban con mucho fervor, semejantes a nosotros en pasiones;
pero, en cuanto a la oración eran hombres que oraban con fervor.
Amados
hermanos que Dios nos enseñe a orar con verdadero fervor, que nos enseñe ese arte bendito de poder doblar nuestras rodillas y no tratar de
elevar una oración friolenta que repetimos cada mañana o cada noche, sino que sea una expresión verdadera del alma de lo profundo de nuestro ser con toda nuestra
fuerza, con toda nuestra alma porque cuando oramos así es cuando podemos tener la seguridad que Dios oye nuestras oraciones
porque este es otro requisito más para recibir respuesta a la oración.
5)- La perseverancia.
LC.18:
1-7 << También les refirió Jesús
una parábola
sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar,
2 diciendo: Había
en una ciudad un juez, que ni temía
a Dios, ni respetaba a hombre.
3 Había también
en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él,
diciendo: Hazme justicia de mi adversario.
4 Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí:
Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre,
5 sin embargo, porque esta viuda me es
molesta, le haré
justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia.
6 Y dijo el Señor:
Oíd
lo que dijo el juez injusto.
7 ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él
día
y noche? ¿Se
tardará
en responderles? >>
Hasta
allí es la lectura del evangelio de
Lucas y creemos que la enseñanza que el Señor contó es muy obvia el mismo versículo 1 nos la declara cuando dice: que el Señor nos refirió una parábola sobre la necesidad de orar siempre y no desmayar, allí esta el punto que señalamos ya, que dice: que debemos de orar siempre y no desmayar, es decir
perseverar en oración este es otro requisito que
nosotros necesitamos para poder recibir respuesta a nuestras oraciones y es
también un punto donde un enorme
porcentaje de hijos de Dios fallan. Posiblemente ellos si están orando en una fe completa, dentro de la voluntad de Dios, con limpia
conciencia con fervor pero son oraciones que tan sólo las hacen por un poco de tiempo una, dos y hasta tres veces, para
luego olvidarlas y allí es donde se encuentra el problema ya que para poder recibir respuesta a
la oración debemos perseverar en ella pues
no sabemos cuando es el momento más adecuado cuando el señor nos responderá y por eso nosotros debemos perseverar sin desmayar, algunos cristianos
a lo mejor han orado hasta semanas por una petición, pero luego quizás dentro de los planes de Dios ya nada más falta un par de días para que la respuesta llegue estos cristianos se desaniman y
abandonan su oración, diciendo: Dios no me escuchó no me respondió y a lo mejor ya faltaba tan sólo un poco para recibir la respuesta pero por no haber perseverado lo
menos no se alcanzo lo que Dios quería otorgar, por eso hermanos porque no sabemos cuanto falta para recibir
una respuesta nosotros debemos perseverar en ella sin desmayar, recordemos la
situación que se le presentó al profeta Daniel en el capitulo 10 por la cual estuvo orando durante
21 días, durante esos días no hubo una respuesta para Daniel, pero cuando hubo transcurrido
estas 3 semanas de oración llegó el mensajero de Dios el cual le
dijo: que el había venido por mandato del señor fijémonos bien que le dijo la oración que tu has hecho desde el primer día fue oída por Dios ósea que desde el día número 1 Dios le había escuchado y le había enviado la respuesta, ahora ¿porque había tardado tanto la respuesta? Porque sí Dios se la escuchó desde el primer día ¿porque tuvieron que transcurrir 21
días más para poder Dios responderle a Daniel? Pues el mismo ángel explico al profeta diciéndole: que cuando el venía con la respuesta el Principe, es decir la potestad diabólica salió para enfrentarse contra él e impedir que este llegará con la respuesta que Daniel estaba solicitando, el ángel aquel tuvo que comenzar una batalla que se prolongo durante 21 días era una batalla de índole espiritual, pero imaginemos si Daniel hubiera decaído en su oración a los cuatro o cinco días y ya no hubiera perseverado más; pues, si Daniel ya no esperaba
la respuesta obviamente que no le habría de llegar, pero Daniel persevero durante esos 21 días que fue el tiempo necesario para que el ángel pudiera vencer y entonces llegó hasta Daniel y le dijo: yo salí desde el primer día que comenzaste a orar, pero Satanás lo impedía; pero ahora aquí estoy con la respuesta que tu estabas solicitando; como nosotros no
sabemos las batallas que se libran en el mundo espiritual y por cuanto no
sabemos también que tan cerca está para que nos llegue la respuesta nuestro deber es perseverar siempre,
insistiendo siempre y Dios siempre nos traerá la respuesta eso fue la parábola que el Señor contó diciendo: de que había en cierto lugar un juez que no tenía temor a Dios era un juez injusto, pero había una pobre viuda que venía todos los días y le decía has me justicia de mi adversario, obviamente de que si este juez no le
tenía temor a Dios ni a los hombres
pues mucho menos se iba sentir obligado ante una viuda insignificante como era
esta pobre mujer, pero el problema era que la mujer llegaba todos los días has me justicia de mi adversario y aquel juez injusto por algún tiempo no quiso hacerle caso, pero sucedió que la mujer viuda insistía, insistía y insistía a tal punto que llegó un momento que aquel juez dijo: para que está mujer no me esté molestando mejor le voy a dar lo que pide no sea que viniendo de
continuo me agote la paciencia. y luego el señor dijo: fíjense lo que dijo el juez que
aunque era injusto y no tenía temor de Dios sin embargo le concedió a la viuda lo que pedía por causa de su insistencia, por causa de su perseverancia en estar
solicitando y ahora el señor Jesús pregunta ¿acaso no hará justicia Dios a sus escogidos que
claman a él día y noche pero allí está el punto que se debe no solamente orar sino clamar día y noche y se tardará Dios en responderles? Si aquel hombre que era injusto y
no tenía temor de Dios le respondió a la viuda cuanto más Dios que es bueno en misericordia no responderá a sus escogidos pero si claman a él de día y de noche, pero allí está el punto que nosotros no clamamos
nuestras oraciones son muy débiles, simples y sin perseverancia en nuestras peticiones y quizás cuando ya estábamos a un paso de recibir la respuesta no la recibimos porque
sencillamente no persistimos en una oración de clamor, tenemos también el caso de Elías en 1Re. 18: 41-45 cuando el subió al monte a pedirle a Dios que volviera enviar lluvia sobre Israel
recordemos que el tuvo que orar 7 veces o sea que era una oración insistente la que Elías tenía él subió hasta la cumbre del monte, y dice:
la escritura que el puso su rostro entre las rodillas, estaba no solamente
arrodillado, sino que completamente encorvado delante de Dios con su rostro
sobre la tierra y allí comenzó a orar pidiéndole a Dios que enviara lluvia, luego envió a su criado que fuera más arriba a ver si habían señales de alguna nube que anunciará tormenta, pero el Criado respondió y le dijo: no hay nada ninguna evidencia, pero Elías no se desanimó sino que oró intensamente por segunda vez y
luego volvió a enviar al criado y el criado una
vez más le respondió no hay señales de tormenta y Elías, ora la tercera vez pidiéndole: a Dios fervientemente que enviara lluvia luego lo envía por tercera ves el cual va y regresa y le dice, no hay señales de lluvia; pero Elías no por eso se desanimó sino que aún la cuarta vez volvió a en corvarse delante de Dios y continuo orando y echa esta cuarta
oración vuelve a enviar al criado y le
responde, no hay ninguna señal, pero Elías no se desanima sino que continúa orando y así sucedió hasta que Elías pudo obtener la respuesta a su
oración, esa es una verdadera muestra de
lo que es la perseverancia y que es uno de los requisitos para recibir
respuesta a la oración y seguramente quizás allí a estado la falla que simplemente
comenzaron a orar pero no terminaron lo que emprendieron se cansaron de
persistir, se cansaron de insistir delante de Dios para que trajera respuesta a
sus oraciones y eso demuestra que también no había un verdadero interés en recibir respuesta a lo que se pedía, porque si hubiera un verdadero interés se perseveraría en esa rrogativa a lo largo del tiempo y aunque se tuviera que orar
todo lo que se tuviera que orar.
¿Amados hermanos estaremos
perseverando en la oración?
Ese es
el punto sustancial que estamos tratando.
Resumiendo
los requisitos que se necesitan para recibir respuesta a la oración diremos :
1)- Necesitamos tener fe
2)- Orar dentro de la voluntad de Dios.
3)- Orar con limpia conciencia.
4)- Orar con fervor.
5)- Orar con perseverancia.
Cuando conjugamos estos cinco requisitos podemos
tener la seguridad que nuestras oraciones serán
respondidas, quiera Dios que estas verdades podamos conservarlas en nuestro
corazón ya que siendo la
oración una práctica
diaria del cristiano pues debemos tener presente siempre estas verdades, para
así ponerlas en
ejercicio en nuestra vida devocional diaria.
Fin
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